Tour del hincha


No desestime la posibilidad de participar del programa de Marley si tiene ganas de ver desde la tribuna los partidos de Argentina en el mundial. La razón es que los paquetes tienen precios bastante elevados y se vuelven poco accesibles aún para los que vienen ahorrando desde que terminó la copa anterior. Para una idea, un programa Express que lleva tan sólo a ver el partido de Argentina vs. Corea y que implica nada más que un día de estadía sale arriba de los U$S 3.100.

Las agencias de turismo locales han percibido la situación y los especialistas coinciden en que no serán tantos los afortunados que lleguen a Sudáfrica en junio. Marisa Grzona, de Grzona International tours comentó que hubieron muchas consultas, pero se han detenido porque la gente se asusta con los precios. Sucede algo parecido a lo que ocurrió con el mundial de Japón, que también fue carísimo.

Distinto fue el caso de Francia, ya que gente compraba el aéreo acá y las entradas por Internet y después buscaba alojamiento en el destino, en cambio en Sudáfrica, hacer eso da un poco de temor, sostuvo. Lalo Ríspoli, en el mismo sentido, dijo que no son tantas las reservas porque un paquete completo con todos los partidos ronda entre los U$S 10.000 y U$S 12.000, "los precios son una barbaridad", cercioró.

"En general el mendocino no compra paquetes cerrados. Tenemos clientes que viajan a todos los mundiales y este año sólo han reservado los aéreos. No ha sido fácil la venta", puntualizó Pilar Longas de Aymará.

La probabilidad de que acabe comprando un televisor nuevo de muchas pulgadas para ver los encuentros de la selección blanca y celeste es alta. No obstante, estimado lector, no se prive de conocer lo que Sudáfrica deparará a los turistas el tiempo que no estén mirando fútbol.

La segunda catarata más grande del mundo, la Tugela Falls en el Drakensberg en KwaZulu Natal, algunos de los animales más rápidos de la tierra y la ruta del vino más larga, son nada más que algunos de los récords de los que los sudafricanos se jactan, sin contar el Kruger National Park, para una experiencia salvaje única. Son también los atractivos turísticos disponibles que los hinchas podrán combinar con las ineludibles citas en los estadios.

Tres capitales

Sin dudas que son muchos los datos acerca de Sudáfrica que no forman parte de nuestro staff estable de conocimientos. Una de las cosas que la copa del mundo está sacando a la luz es que tiene tres capitales: Pretoria es la capital ejecutiva, Ciudad del Cabo la legislativa y Bloemfontein, la judicial.

Eso en materia de organización nacional, ahora si de reflejar el estilo de vida sudafricano contemporáneo y de concentrar gran cantidad de encantos turísticos hablamos, junto con la capital legislativa tenemos que mencionar a Johannesburgo, Port Elizabeth y Durban. El tour literario por estas ciudades comienza aquí, algunos afortunados harán el real en junio y julio.

Ciudades emblema

Table Mountain y el océano Atlántico le dan el marco a Ciudad del Cabo, la urbe más antigua del país y acaso una de las más bellas del globo. Con su atmósfera relajada, guarda bajo la manga para el turismo internacional propuestas al aire libre y entretenimientos caros a cualquier área costera de nivel.

Tomar el cable carril que trepa Table Mountain para ver el centro y la península o un ferry rumbo a Robben Island (conocida como la Alcatraz sudafricana), disfrutar del té en los jardines botánicos Kirstenbosch y conocer Bo-Kaap, el barrio malayo en el que viven muchos de los descendientes de esclavos que trabajaban allí hace cuatro siglos, algunos de los atractivos top según los entendidos locales en turismo.

Infaltable también resulta llegar hasta la Reserva del Cabo de Buena Esperanza para que los ojos se cansen ver los dos océanos en todas las direcciones. Otra recomendación, ir a comer mariscos a los puertos o al shopping Victoria & Alfred Waterfront.

Vibrante, energética y alborotada son los calificativos que se le endilgan a Johannesburgo, la ciudad más grande del país y una de las que nunca duermen. Bailar toda la noche, pero antes, cenar en algún restó de comida internacional, relajarse en un cigar launge o ver una función de teatro de nivel internacional.

Por supuesto que para el día también hay, bien puede optarse por conocer el parque del rinoceronte y el león o ser testigo de la creciente cultura shoppinera de la urbe y hacer un tour de compras por Sandton City, Hyde Park, Rosebank o Eastgate y por qué no llegar hasta las tiendas sofisticadas. A unos pocos kilómetros del centro están Sterkfontein Caves, un sitio arqueológico compuesto por cuevas de piedra caliza en el que se han encontrado fósiles.

En Port Elizabeth las actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza son las dilectas del turismo. Así en Bayworld, en la zona costera, se ven performances de focas y delfines, además de un parque de víboras. Las playas de aguas cálidas y las salidas de pesca embarcadas son más opciones. El lado salvaje se descubre en Addo, el parque nacional del elefante, a pocos kilómetros de la ciudad.

Este sitio protegido es el hogar de los Big seven: leones, leopardos, rinocerontes, elefantes, búfalos, ballenas y tiburones. Nobleza obliga decir que no siempre los grandes animales se dejan ver.

Durban es el paraíso para los hedonistas, porque es un destino de vacaciones de todo el año, una ciudad soleada y de buen clima que bien se disfruta en sus playas. Todo aquel que la pisa debe ir al parque temático marino Ushaca, inspirado en un naufragio y con propuestas diversas. Otra alternativa es The Natal Sharks Board, una organización que cuida a los bañistas de las playas de KwaZulu-Natal (provincia a la que pertenece Durban), de los ataques de tiburones.

También brinda tours de observación de delfines y ballenas. Dicen los anfitriones que una visita a Durban no está completa sin conocer The Golden Mile, una zona turística de 4 km en la playa en la que se puede pasear, comprar curiosidades o comer los mejores platos de mariscos mirando el mar. 

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